La semana pasada, una comisión investigadora de la Cámara de Diputados emitió un crítico informe sobre los procedimientos de adjudicación del Instituto de Tecnologías Limpias( ITL) a un consorcio extranjero en detrimento de un consorcio de universidades nacionales y regionales.
La historia de la fallida adjudicación, envuelve no solo errores institucionales como lo destaca el informe, sino que envuelve decisiones centralizadas que han ido a contrapelo de las demandas y aspiraciones regionales de largo tiempo; como ha sido, el transitar desde un modelo basado en la exportación de materias primas a un modelo de desarrollo, en el cual las riquezas minerales sea una oportunidad para la diversificación y la sustentabilidad.
En la actualidad, el país y las regiones mineras están enfrentadas a una ventana de oportunidades. Las regiones y territorios exportadores de recursos naturales no renovables como es la región de Antofagasta, donde operan mega industrias mineras trasnacionales, están enfrentadas a un panorama externo de transición tecnológica y automatización acelerada. Junto con ello, enfrentan los desafíos de la adaptación de sus procesos bajo los estándares del cambio climático, esto es disminución de emisiones, impactos socio ambientales, y el reemplazo de la matriz energética e hídrica convencional.
Sin embargo, las ventajas de Antofagasta para ser región pionera a escala mundial de la transición tecnológica y climática se estrellan, el cuello de botella subyacente para avanzar hacia una nueva trayectoria de desarrollo ha sido el actual contexto de centralización predominante en el país, lo cual significa una implementación de políticas con escasos recursos y sin pertinencia territorial. La decisión de los sucesivos gobiernos, ha sido que los desafíos de adaptación territorial al cambio tecnológico y climático sea una tarea de actores externos al país y la región.
La ventana de oportunidad se presentó entre el 2016 y 2018.CORFO, frente a la explosiva demanda de litio en respuesta a la transición de la economía mundial hacia la electro movilidad decidió conceder un aumento de producción en el Salar de Atacama. A cambio, el fisco de Chile recibiría impuestos y regalías excepcionales. Aunque Inicialmente la región de Antofagasta no fue parte de las compensaciones, finalmente se concedió compensar con recursos para levantar un Instituto de Tecnologías Limpias (ITL), destinado a instalar capacidades regionales para abordar los desafíos del cambio tecnológico y adaptación al cambio climático en base de sus recursos naturales.
No obstante, en el verano del 2021 el Consejo de CORFO decidió que la licitación de este polo de desarrollo, quedará en manos de un consorcio de universidades norteamericanas y no del consorcio de universidades regionales y nacionales. El informe emanado desde la Cámara de Diputados, abre una nueva ventana de esperanza para que el desarrollo sea una tarea definida y conducida por los actores del país y sus regiones.