En el marco de las reuniones conducentes a la formulación de los Objetivos de Desarrollo Sustentable (ODS), un grupo de científicos, liderados por David Griggs, publicó un artículo en la Revista Nature planteando la necesidad de formular seis ODS que vinculen erradicación de la pobreza con la protección de la biósfera[1]. De acuerdo con ellos, no bastaría con simplemente extender los ODM pues las trasformaciones que está sufriendo el planeta como consecuencia de la acción de los hombres ponen en duda las posibilidades de realización del concepto mismo de desarrollo. Los autores proponen que al combinar los ODM con objetivos de preservación de la biósfera, puede resolverse el conflicto entre metas de desarrollo individual tales como el acceso a la energía, y objetivos ambientales como la prevención del cambio climático.
Hacia el Antropoceno
La Agenda post-2015 no puede centrarse únicamente en la reducción de la pobreza. Tampoco puede ser una simple extensión de los ODM. Para ser efectiva debe considerar que el funcionamiento de la Tierra es un requisito para el desarrollo de la sociedad y que la acción del hombre está produciendo un cambio ambiental de tal magnitud que nos ha empujado hacia una nueva era geológica: el Antropoceno.
A partir de esta observación los autores proponen reformular el paradigma de los tres pilares del desarrollo sostenible –económico, social y ambiental- sobre el que se fundan los ODM y reemplazarlo por un concepto anidado que conciba la sociedad de la economía global de servicios como inserta en un soporte vital: el sistema-Tierra. El desarrollo sustentable debiese por lo tanto ser definido no solo como “el desarrollo que satisface las necesidades del presente sin comprometer la habilidad de las generaciones futuras para satisfacer sus propias necesidades”, sino como “aquel que satisface las necesidades del presente a la vez que salvaguarda el sistema-Tierra, del que depende el bienestar de la presente y de las futuras generaciones”.
De seguir aumentando, la presión que ejerce la humanidad sobre el ambiente podría desencadenar cambios extensos, abruptos y posiblemente irreversibles a ciertos procesos básicos del sistema-Tierra. Déficit de agua, climas extremos, un empeoramiento en las condiciones de producción de los alimentos, pérdida de ecosistemas, acidificación de los océanos y un aumento en el nivel del mar son peligros reales que podrían amenazar el desarrollo y desencadenar crisis humanitarias en todo el mundo. Para prevenir esto es necesario transitar hacia estilos de vida más sustentables.
Para fijar metas y objetivos apropiados para el desarrollo sustentable, deben identificarse las condiciones ambientales necesarias para un desarrollo humano próspero y fijarse ciertos límites para la preservación de la biósfera. Los autores identifican los límites de nueve procesos del sistema-Tierra, conocidos como “límites planetarios”: el cambio climático, el factor de pérdida de biodiversidad; la interferencia con el nitrógeno y los ciclos de fosfato, la disminución del ozono estratosférico, la acidificación de los océanos, el uso del agua dulce global, los cambios en el uso del suelo, la contaminación química y la carga atmosférica de aerosol. Estos “límites planetarios” constituyen una frontera cuyo traspaso supone un riesgo para las posibilidades del desarrollo.
A partir de la adaptación del trabajo sobre los límites planetarios, basándose en estudios científicos recientes y considerando las tendencias internacionales –tales como la Convención Marco sobre el Cambio Climático-, los autores extrajeron una lisa de “imperdibles” de la sustentabilidad. Los combinaron con los ODMs, actualizaron y extendieron hasta el 2030 para producir seis Objetivos de Desarrollo Sustentable (ODS): vidas y medios de vida prósperos, seguridad alimentaria sustentable, seguridad del agua sustentable, energía limpia universal, ecosistemas sanos y productivos, y gobernabilidad para sociedades sustentables. Los principios rectores siguen siendo la reducción de la pobreza y el hambre, el mejoramiento de la salud y el bienestar, así como la creación de patrones de consumo y producción sustentables.
Objetivo 1: Vidas y medios de vida prósperos
Acabar con la pobreza, aumentar el bienestar mediante el acceso a la educación, el empleo y la información, mejorar salud y vivienda, reducir desigualdades e impulsar la producción y el consumo sustentables.
Objetivo 2: Seguridad alimentaria sustentable
Terminar con el hambre y lograr la seguridad alimentaria de largo plazo –incluyendo una mejor nutrición- por medio de sistemas de producción, distribución y consumo sustentables.
Objetivo 3: Seguridad del agua sustentable
Lograr el acceso universal al agua potable y a los servicios sanitarios y asegurar su asignación eficiente por medio de un manejo del agua integrado.
Objetivo 4: Energía limpia universal
Mejorar el acceso a energía limpia universal y a bajo costo que minimice la contaminación local y los daños a la salud a la vez que mitigue el calentamiento global.
Objetivo 5: Ecosistemas sanos y productivos
Mantener la biodiversidad y los servicios del ecosistema por medio de una mejor gestión, valuación, medición, conservación y restauración.
Objetivo 6: Gobernabilidad para sociedades sustentables
Transformar la gobernabilidad y las instituciones en todos los niveles para abordar las otras cinco metas del desarrollo sustentable.
El marco de los ODS incorpora los trade-offs y maximiza las sinergias entre los distintos objetivos. Puede ser implementado tanto a nivel internacional como a escala de las ciudades. Integra dimensiones sociales, económicas y ambientales y provee una guía para la prosperidad de la humanidad en el largo plazo. Propone un número reducido de metas lo que resulta esencial para mantener el foco, sin desmedro de lo cual, otras basadas en las seis centrales podrían ser agregadas.
Para los autores, el primer paso que deben dar quienes formulan políticas públicas es la adopción de un marco ambiental y social unificado para los ODS, de manera que los actuales avances en el desarrollo no se pierdan por la incapacidad del planeta de seguir funcionando para el beneficio de la población global.
[1] La versión completa de este artículo fue publicada por Griggs, David, Mark Stafford-Smith, Owen Gaffney, Johan Rockström, Marcus C. Öhman, Priya Shyamsundar, Will Steffen, Gisbert Glaser, Norichika Kanie and Ian Noble (2013) bajo el título de “Sustainable development goals for people and planet” en Nature 495, (7441): 305–307. Traducción y resumen a cargo de Humanum.
Fuente: http://www.revistahumanum.org/