Representantes de 193 naciones han convocado en las Naciones Unidas, a adoptar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Estas metas ponen las condiciones que necesitamos para lograr mejorar calidad de vida para todos, independientemente de su nivel de ingresos, el género o la etnia, según Global Footprint Network.
El PNUMA Centro de Monitoreo de la Conservación Mundial ha propuesto la Huella Ecológica como una métrica SDG para el Objetivo 12.2: «en 2030 lograr una gestión sostenible y uso eficiente de los recursos naturales.»
En los niveles actuales de población, nuestro planeta tiene sólo 1,7 hectáreas globales (GHA) de superficie biológicamente productiva por persona. Por lo tanto, la huella ecológica promedio por persona en todo el mundo necesita a caer significativamente por debajo de este umbral, si queremos dar cabida a las poblaciones humanas más grandes y también ofrecemos espacio para las especies silvestres para prosperar.
Existen dos criterios mínimos para el desarrollo de una huella promedio global sostenible (significativamente) inferiores a 1,7 hag por persona y un IDH de al menos 0,7. Dotación de cada nación y la capacidad para el comercio varían enormemente. Sin embargo, para lograr el desarrollo sostenible a nivel mundial, la demanda de la humanidad, en los niveles actuales de la población, tiene que caer por debajo de un promedio de 1,7 hag por persona.
Ocho países nos han demostrado que es posible, de acuerdo con los datos más recientes (2011). Argelia, Colombia, Ecuador, Georgia, Jamaica, Jordania y Sri Lanka espectáculo «alto desarrollo humano» (según los cálculos de las Naciones Unidas), con una demanda de recursos (huella ecológica), que podría extenderse a todos los ciudadanos del mundo. Una nación, Cuba, incluso logra «muy alto desarrollo humano» (sus filas IDH en los 35 primeros países entre 170 destacados) mientras mantiene su demanda de recursos por persona inferior a la biocapacidad mundial por persona.
Huella Ecológica regional
Entre los años 2012 y 2013, el Instituto de Políticas Públicas de la Universidad Católica del Norte desarrolló el Proyecto FIC-R denominado “Observatorio Regional de Desarrollo Sustentable Antofagasta”, que buscaba responder a la pregunta: ¿cuán sustentable es la Región de Antofagasta? La respuesta se buscó a través de distintos indicadores de tercera generación, entre los que se encontró la Huella Ecológica.
La investigación tuvo por objetivo presentar a la comunidad regional los resultados para conocer, medir y evaluar el estado del desarrollo sustentable regional, a través de la combinación de tres indicadores compuestos, que involucran un total de 42 variables. Para ello se evaluó el estado actual y las tendencias del metabolismo y la sustentabilidad regional por medio de las metodologías denominadas Análisis de Flujo de Materiales (AFM), la Huella Ecológica Local (HEL) y el Indicador de Progreso Genuino Regional (IPG).
La HEL de la Región de Antofagasta, en el año 2011 fue de 4,71 Ha/per cápita, equivalentes a un total de 2,6 millones de has (20,9 % de la superficie regional). Se calculó que la región requirió 1.8 millones de Ha para la absorción de las emisiones de energía fósil (combustibles y termoeléctricas), y requirió 581.288 Ha para el abastecimiento de agua.
Este proyecto, que utilizó el indicador reconocido mundialmente por la ONU, fue una innovación en la región, aportando con este dato que anteriormente no existía y que ha sido validado por una entidad tan importante a nivel mundial.