Entrevista al académico de la Escuela de Arquitectura de la UCN
El desarrollo urbano de una ciudad está relacionado cercanamente a la calidad de ida de sus habitantes, lo que juega un rol importante a la hora de lograr la sustentabilidad de un territorio.
Antofagasta tiene particularidades por su crecimiento económico de la última década, lo que ha llevado a la expansión urbana de la ciudad hacia el sector sur y norte, con nuevas construcciones y algunas problemáticas que afectan a los ciudadanos.
Para tratar esta temática, conversamos con Larry Games, académico de la Escuela de Arquitectura de la Universidad Católica del Norte, arquitecto y master en Proyectación Urbanística de la Universidad Politécnica de Cataluña, España.
Con el crecimiento demográfico y urbano de las grandes ciudades del norte grande, ¿cómo opera y en qué sentido se desarrollan los procesos de expansión urbana y segregación?
Lo primero es establecer, como acuerdo, que seguimos con un modelo de crecimiento urbano de baja densidad. Esto aunque es un número complejo, debido a los diferentes modelos de construcción -torres y casas-, supone un índice que está muy por debajo de áreas metropolitanas.
El crecimiento opera con presión, ya sea planificada o espontanea, como son las tomas. Éstas últimas cada vez más desvinculadas de la estructura. Esta presión hace que se extienda el límite urbano con el instrumento de Plan regulador, el cual crece por índice de crecimiento a 10 o más años, por lo que por lo general se ocupa el plan seccional como forma de planificación de loteos urbanos.
Pero resulta que se producen dos situaciones difíciles de controlar. La primera es que aunque la planificación considera índices de m2 para equipamientos, áreas verdes, habitación, entre otros, éstas no se desarrollan de forma simultánea, generando desequilibrios urbanos, como es el caso de la Chimba en la que primero llegaron las viviendas y posteriormente, por una cuestión de mercado, los equipamientos privados. Luego llegaron los equipamientos públicos como salud, colegio y otros.
La segunda situación es la extensión urbana que casi nunca contempla procesos de descentralización, es decir; independiente del crecimiento de Antofagasta, no se considera tener más personal en los servicios públicos como registro civil o municipalidad, por ejemplo.
El tema es complejo, pero si se pide síntesis se puede decir que el proceso de crecimiento de Antofagasta es a través de la demanda, no de la planificación.
¿Cómo las actividades mineras influyen en los procesos de transformación de los territorios y calidad de vida de sus habitantes?
De varias maneras. La primera es que los ingresos de esta actividad productiva llevan a una especulación inmobiliaria que aumenta los costos de la vivienda. El segundo lugar, el modelo de turnos genera el requerimiento de condominio o departamentos por el simple hecho de sentirse más seguros, pero las personas no están acostumbradas a esta actividad comunitaria, aunque es un proceso cultural que el tiempo soluciona. Y en tercer lugar, la mono dependencia productiva -aunque ésta no es resorte de la minería- genera una ciudad precaria en términos de sustentabilidad económica, diversidad cultural y arraigo poblacional.
Finalmente es importante señalar que la minería es una actividad contaminante, dura y poco útil a una ciudad con las regulaciones actuales, quiero decir claramente que la culpa no la tiene la actividad minera, sino las leyes que no la regulan en todos los términos considerables como los económicos, medio ambientales y evolutivos. Lo anterior en términos de apoyar seriamente la investigación y la tecnología para mejorar procesos no tan sólo de extracción, sino de uso del mineral.
Antofagasta tiene problemas en transporte, contaminación ambiental, carencia de servicios, entre otros. ¿Cuál sería el problema que se debería solucionar con mayor urgencia?
Primero y para no morir en el intento de mejorar el resto, las medio ambientales, pero fuera de broma creo que sin duda el tema medio ambiental debido a que es un tema global que abarca la contaminación, el uso eficiente de los recursos como la energía, la forma en que nos movemos dentro de la ciudad, áreas verdes, ocio, etc. es decir, que si vemos a la ciudad como un elemento artificial que debe dialogar con el medio y con ello digo también con las industrias existente como la portuaria y minera, sería mucho más armónica para las personas.
¿Por qué Antofagasta con los recursos que tiene está lejos de alcanzar un desarrollo sustentable?
La sustentabilidad se logra cuando se tienen dos cosas. Primero, independencia para tomar sus propias decisiones y segundo, cuando se tiene una variada opción de recursos para poder mantenerse.
Estos dos elementos Antofagasta no los tiene, en el primero dependemos de un gobierno central, distante y ajeno a los problemas locales y aunque se reconoce, lo mantienen cómodamente los políticos locales. En el segundo, somos mono dependiente de la actividad minera, lo cual sostiene esa dependencia económica productiva.
¿La crisis minera afecta al desarrollo sustentable?
Sí, básicamente por la dependencia absoluta de la minería en la región, por lo que todo lo que le afecte ella se verá reflejado en la ciudad.