La educación es clave para el desarrollo de los individuos y las sociedades, por lo mismo, mejorar su calidad constituye un constante desafío para los países. En términos generales, Chile ha presentado avances en los últimos años, pero no es suficiente para alcanzar la calidad que se requiere, en comparación a países desarrollados.
Chile está en pleno proceso de discusión de las distintas leyes que componen la nueva Reforma Educacional, los distintos ejes como la Institucionalidad que garantice el acceso a la educación y la seguridad a las familias, educación pública de calidad, profesión docente moderna, dignificada y mejor remunerada, además de educación Superior gratuita y de calidad.
Para hablar sobre estas temáticas, conversamos con José Weinstein, Director del Doctorado en Educación de la Universidad Diego Portales. Sociólogo de la Universidad de Chile y Doctor en Sociología de la U Católica de Lovaina (Bélgica). Ha trabajado como investigador y consultor en temas vinculados a educación, juventud, cultura y pobreza por 25 años. Fue Subsecretario de Educación, Ministro de Cultura y Gerente Centro de Innovación en Educación de la Fundación Chile.
¿Cuáles son las principales problemáticas que no estarían permitiendo avanzar hacia un nuevo paradigma en la educación?
Yo creo que el paradigma propiamente tal que debemos construir, debe incluir los desafíos del siglo XXI y nos cuesta mucho visualizar cuáles son las competencias y el tipo de habilidades que se deben desarrollar en los futuros adultos, niños y adolescentes. A la generación antigua nos cuesta ver cuáles son los retos en un mundo de incertidumbres y cambio acelerado. Por ende, es difícil no transmitir nuestras certezas que no son del todo útiles y necesarias para lo que se avecina. La posibilidad de construir pasa por repensar la educación con gran flexibilidad y con gran atención, emergiendo, por eso hoy en día se requiere más que nunca estar atento a los cambios que están ocurriendo en el mundo del empleo, de la participación, en las nuevas tecnologías, de tal manera de efectivamente ir construyendo el tipo de competencias que se requiere para el futuro.
Con respecto a la reforma y a las discusiones actuales, ¿cómo cree usted que se puede avanzar?
Yo creo que van a haber avances importantes con la Reforma, sobre todo si van plasmándose de una manera razonable, prudente, gradual y con múltiples respaldos, y haciéndose cargo de las comunidades escolares. A mí me parece importante y positivo que haya una mayor regulación de la educación particular subvencionada, y que se vaya a contar con una nueva carrera docente, y que también se piense en cómo fortalecer la educación pública y la educación pre escolar. Esos cuatro pilares me parecen aspectos importantes en los que en algunos se avanzará más que en otro en este Gobierno, pero espero que los futuros gobiernos vayan tomando cartas en el asunto. Son sin duda desafíos pendientes que tenemos en Chile.
¿Cuáles son los pendientes de la Reforma?
Los temas que están más visibles. Lo que es interesante también es pensar cómo en Chile se pueden ir introduciendo otros temas que están mucho menos visibles en esa agenda. De alguna manera los problemas que tenemos son palpables, en los cuales el país de alguna manera, tiene claro que tiene que avanzar. El tema es cómo combinamos los evidentes con los que no se tiene muy claro lo que se debe haber, pero que son estratégicos. Se debe repensar cuáles son las habilidades que se tiene que educar para el mundo del trabajo de hoy y del mañana, en lo cual sin duda hay que hacer cambios sustantivos en la educación de hoy día. Sin embargo, se reflexiona poco sobre ellos. Hay temas como el multiculturalismo, pues nos estamos volviendo un país multicultural, sin embargo, no se ha pensado en esa problemática en educación.
¿Cuáles son las principales problemáticas que no estarían permitiendo avanzar hacia un nuevo paradigma en la educación?
Yo creo que el paradigma propiamente tal que debemos construir, debe incluir los desafíos del siglo XXI y nos cuesta mucho visualizar cuáles son las competencias y el tipo de habilidades que se deben desarrollar en los futuros adultos, niños y adolescentes. A la generación antigua nos cuesta ver cuáles son los retos en un mundo de incertidumbres y cambio acelerado. Por ende, es difícil no transmitir nuestras certezas que no son del todo útiles y necesarias para lo que se avecina. La posibilidad de construir pasa por repensar la educación con gran flexibilidad y con gran atención, emergiendo, por eso hoy en día se requiere más que nunca estar atento a los cambios que están ocurriendo en el mundo del empleo, de la participación, en las nuevas tecnologías, de tal manera de efectivamente ir construyendo el tipo de competencias que se requiere para el futuro.
Con respecto a la reforma y a las discusiones actuales, ¿cómo cree usted que se puede avanzar?
Yo creo que van a haber avances importantes con la Reforma, sobre todo si van plasmándose de una manera razonable, prudente, gradual y con múltiples respaldos, y haciéndose cargo de las comunidades escolares. A mí me parece importante y positivo que haya una mayor regulación de la educación particular subvencionada, y que se vaya a contar con una nueva carrera docente, y que también se piense en cómo fortalecer la educación pública y la educación pre escolar. Esos cuatro pilares me parecen aspectos importantes en los que en algunos se avanzará más que en otro en este Gobierno, pero espero que los futuros gobiernos vayan tomando cartas en el asunto. Son sin duda desafíos pendientes que tenemos en Chile.
¿Cuáles son los pendientes de la Reforma?
Los temas que están más visibles. Lo que es interesante también es pensar cómo en Chile se pueden ir introduciendo otros temas que están mucho menos visibles en esa agenda. De alguna manera los problemas que tenemos son palpables, en los cuales el país de alguna manera, tiene claro que tiene que avanzar. El tema es cómo combinamos los evidentes con los que no se tiene muy claro lo que se debe haber, pero que son estratégicos. Se debe repensar cuáles son las habilidades que se tiene que educar para el mundo del trabajo de hoy y del mañana, en lo cual sin duda hay que hacer cambios sustantivos en la educación de hoy día. Sin embargo, se reflexiona poco sobre ellos. Hay temas como el multiculturalismo, pues nos estamos volviendo un país multicultural, sin embargo, no se ha pensado en esa problemática en educación.