La diversificación productiva y una mejor educación son necesarias para favorecer el crecimiento en Latinoamérica, región que «continúa la senda de desaceleración económica iniciada en 2010″, afirma la OCDE en su informe «Perspectivas económicas de América Latina 2015», presentado hoy en París.
El informe, subtitulado «Educación, competencias e innovación para el desarrollo», fue elaborado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), cuya sede está en París, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe de la ONU (CEPAL) y el Banco de Desarrollo de América Latina (CAF).
«El ritmo de expansión económica de América Latina será el más modesto de los últimos cinco años. Los pronósticos para el crecimiento del PIB se ubican en el rango del 1,0%-1,5% en 2014 (2,5% en 2013, 2,9% en 2012), y se recuperarán ligeramente en 2015 hasta el 2,0%-2,5%», señala el informe.
«América Latina continúa la senda de desaceleración económica iniciada en 2010». Esa evolución «se explica tanto por factores internos como por el contexto exterior menos favorable de los últimos cinco años» agrega evocando la «desaceleración de la economía china y su impacto en la demanda y los precios de las materias primas» y la política monetaria de Estados Unidos.
Según la OCDE, «para impulsar el crecimiento potencial y la equidad es necesario seguir avanzando en reformas estructurales». El informe explica que el aumento de la productividad en la región sigue siendo «modesto» con respecto a otros países de la organización y «otras economías emergentes» y que, pese a los «notables avances» en la lucha contra la pobreza en los últimos diez años, Latinoamérica «es aún la región más desigual del mundo».
Por ello, una «mejora de los niveles de educación de toda la población en América Latina, de las competencias de su fuerza laboral presente y futura, y del entorno y las políticas de innovación constituyen» un «componente esencial para impulsar el crecimiento incluyente en la región».
En ese sentido «es urgente mejorar el vínculo entre el sistema educativo y el productivo», reforzando en particular la formación técnica, recalca el informe.
Paralelamente, los esfuerzos deben dirigirse a «la innovación» que permita la «diversificación» de la producción.
«América Latina ha logrado avances significativos en la estabilidad macroeconómica y en algunos aspectos de bienestar, pero requiere mayores esfuerzos para lograr un incremento en su productividad, generar empleos de calidad y reducir los niveles de informalidad», sostiene la OCDE.
«Para ello es necesario diseñar políticas que permitan una mayor diversificación y sofisticación del sistema productivo», y contar con «instituciones de coordinación en ciencia y tecnología, que permitan superar las trampas de bajo aprendizaje y baja productividad», recomienda.
El informe estima que la política industrial de los países latinoamericanos «en las próximas décadas debería tener como eje central la acumulación de competencias en las nuevas tecnologías y un enfoque en la innovación orientado a la sustentabilidad en sentido amplio: económica, social y ambiental».
La OCDE concluye que «el cambio estructural del sistema productivo es clave para América Latina».
La organización, que reconoce las diferencias existentes entre los países de la región, estima que «cada país debe diseñar su propio programa de reformas, sabiendo que en ocasiones no es fácil lograr al mismo tiempo un incremento de la productividad y una reducción de la desigualdad».
Fuente: http://www.latercera.com/