La Agencia Internacional de la Energía (IEA, siglas en inglés) emitió ayer un informe en el que advierte que 6,5 millones de personas mueren cada año de forma prematura por la contaminación del aire.
Del total, 3 millones de muertes están relacionadas con la contaminación del aire en exteriores y 3,5 millones con la inhalación de las emanaciones de las estufas en las viviendas.
El informe prevé que la cifra de muertes prematuras por la polución en exteriores, que proviene de centrales eléctricas, fábricas y automóviles, se elevará a 4,5 millones para 2040. Faith Birol, director ejecutivo de la IEA, dijo que estos datos son “alarmantes” y revelan un “gran problema a nivel global”.
El reporte especial de la IEA, denominado World Energy Outlook, agrega que Asia y África son las regiones con mayor tasa de mortalidad por polución y que este problema se ha convertido en el cuarto factor de riesgo para la salud humana, por detrás de la presión sanguínea, la mala alimentación y el hábito de fumar.
La polución en China causa 2,2 millones de muertes prematuras y reduce en 25 meses la esperanza de vida. India, en tanto, tiene 12 de las 20 ciudades del mundo con mayor contaminación., y en la Unión Europea (UE) las muertes llegaron a 340 mil el año pasado.
Birol remarcó que “este no es un problema solo de países emergentes, como China, la India, Indonesia, Brasil o México, sino que también afecta a las economías avanzadas”, a pesar de que EE.UU., la UE y Japón han reducido sus emisiones por medio de regulaciones, según informó agencia EFE,
Para cambiar este panorama, la IEA propuso llegar a un “Escenario de Aire Limpio” para 2040, que reduciría las muertes prematuras hasta un 50 %. Para lograrlo, y disminuir la cifra en hasta 3,3 millones de muertes anuales, la agencia defendió un incremento del 7 % de la inversión en el sector de la energía, lo que asciende hasta 4,7 billones de dólares.
Para la IEA, fundada en 1974 e integrada por 29 países, es importante reducir las emisiones por medio de tecnologías de control, sustituir combustibles por energías renovables, abaratar los costos de reducción y asegurar una aplicación efectiva de estas acciones.
“Si no se cambia la forma en la que el mundo produce y consume energía, la cifra desastrosa de la contaminación atmosférica sobre la vida humana se va a incrementar”, advirtió el informe.
Fuente: http://www.latercera.com/