Entrevista al Director del Centro de Políticas Públicas de la UC
Ignacio Irarrázaval: “Creo que efectivamente no hay voluntad de fondo por descentralizar”
La descentralización fue tema importante durante la pasada campaña presidencial del año 2013, siendo centro de debate entre los candidatos y la ciudadanía. Desde las regiones de han realizado movimientos ciudadanos que reclaman más empoderamiento de éstas respecto a las decisiones del poder central que los afectan directamente, así como parte de los ingresos que las regiones generan puedan quedar en ellas.
¿Será posible que este proceso de descentralización se lleve a cabo? Sobre esto conversamos con Ignacio Irarrázaval, Director del Centro de Políticas Públicas de la Pontificia Universidad Católica de Chile (UC), Ph.D. en Política Social de London School of Economics, Inglaterra y profesor adjunto del Instituto de Sociología UC.
¿Por qué, si existen leyes y decretos para mejorar la descentralización, se perciben pocos avances?
A mi modo de ver, existe una especie de síndrome de cinismo político. Mientras se está en oposición o planteando ideas para futuros gobiernos en abstracto; todos son partidarios de la descentralización. Cuando se llega al gobierno; se dan cuenta rápidamente que el Estado centralizado es eficiente y más les vale mantenerlo así.
Creo que efectivamente no hay voluntad de fondo por descentralizar, hay temor de entregar cuotas de poder; y querámoslo o no, en líneas gruesas el gobierno central ha sido eficaz. Por lo tanto; hay un exceso de cautela y/o aversión al riesgo que podría significar la descentralización.
Hace algunos años, hicimos un estudio como Centro de Políticas Públicas UC, revisando en la Ley de Presupuestos todos los programas, servicios e inversión sectorial que de alguna u otra manera responden a la generación de bienes públicos regionales y locales. A través de decisiones administrativas (no leyes), se podría aumentar los recursos de decisión regional a casi el doble de lo existente. ¿Por qué no se pudo implementar? básicamente porque en la práctica cada ministerio sectorial debía renunciar al manejo de esos fondos y traspasar esa decisión de asignación a las regiones.
Con la elección de los Consejeros Regionales, ¿Cuál es el siguiente paso para que las regiones tengas más poder sobre ellas mismas?
Lo más obvio sería esperar la elección directa de los Intendentes Regionales, así se ha mencionado en el programa de la actual Presidenta. Sin embargo, a mi modo de ver un requisito previo, y quizás hasta más sustancial, es definir el espacio de competencias y atribuciones de los gobiernos regionales y las eventuales formas de traspaso de competencias. Este proyecto de ley ya lleva dos gobiernos en trámite y aún no se logra aprobar. Para avanzar en descentralización, se requiere mucha claridad y capacidad de escrutinio de las funciones que cada gobierno subnacional debe hacerse cargo. Una ley de responsabilidad fiscal subnacional también ayudaría en este sentido.
Se dice que el centralismo se debe a la poca capacidad de gestión de las regiones, ¿existe tal deficiencia de gestión? ¿De qué manera cree usted se puede revertir este argumento o solucionar ese problema?
Que es primero; ¿el huevo o la gallina? Es cierto que hay regiones que han mostrado dificultades de gestión. Más aún en lo personal, no estoy de acuerdo en seguir creando regiones me parece que la experiencia no ha sido exitosa. Sin embargo, también estimo que mientras el gobierno central siga tratando a las regiones como adolescentes, ellas no podrán demostrar su capacidad.
En este sentido, estimo que la elección directa de los COREs puede marcar una diferencia, por cuanto al ser estas autoridades electas por votación popular, espero, que no dependerán sus decisiones del gobierno central o de las visiones políticas impuestas desde Santiago. De ser así, se habrá acabado lo que antes había llamado como el modelo de descentralización “por oferta” es decir el gobierno central “cede” algunos espacios de poder a las regiones. Ahora, debería comenzar a establecerse un modelo de descentralización “por demanda” en donde las regiones exigen ser partícipes en la toma de decisión. Creo que los movimientos de Freirina y Aysén fueron parte de este cambio.