Laboratorios de computación, notebooks y tablets, son parte del equipamiento entregado por Enlaces, el centro de innovación educativa y tecnológica del Ministerio de Educación (Mineduc), a establecimientos del país. Ya entregados los recursos, la discusión actual se centra en el impacto que estas Tecnologías de la Información y Comunicación (TICs) tienen en el aula, y cómo mejorar el aprendizaje de los estudiantes.
Los expertos coinciden en que no basta sólo con la entrega de estas herramientas si no hay capacitación a los profesores en cómo utilizarlas.
Rosario Navarro, directora TIC y Educación de Fundación Chile (FCh), plantea que si bien el país cuenta con un importante desarrollo tecnológico, buena conectividad y esfuerzos estatales por introducir la tecnología en el aula, la brecha ya no refiere al acceso sino al uso. Explica que, a pesar de que no todos los establecimientos cuentan con equipamiento, la tarea pendiente es utilizarlo con fines educativos.
«Como país tenemos bastantes iniciativas, lo que ha costado es permearlas. Hay algunas potentes que han resultado en otros países y que se han tratado de instalar en las aulas en Chile, pero no ha habido este acompañamiento pedagógico», sostiene Navarro y agrega que sin una finalidad es difícil que la tecnología penetre en el aprendizaje.
La principal iniciativa a nivel país es Enlaces destinada a integrar las tecnologías en el sistema escolar, que surgió hace 23 años de un proyecto piloto con el propósito de contribuir al mejoramiento del aprendizaje y desarrollo de competencias digitales.
Hoy, distintas organizaciones se han sumado a esta tarea y coinciden en que el desafío es integrar las TICs con un sentido pedagógico y capacitar a los profesores.
Con el propósito de complementar la entrega de equipamiento, a partir de 2009 Enlaces desarrolló dos herramientas de medición. Por un lado, el Índice de Desarrollo Digital Escolar (IDDE), un censo para medir la penetración del uso de tecnología; y por otro, el SIMCE TIC para evaluar las habilidades TIC de los estudiantes.
La primera herramienta arrojó que desde 2009 se ha avanzado en el aumento del número de horas pedagógicas destinadas al uso de laboratorios de informática. Al año 2012 los colegios municipales habían aumentado al doble las horas destinadas a laboratorio, pasando de 8 a 17 horas, mientras que en los particulares subvencionados subieron de 10 a 14 horas semanales.
En tanto, los resultados del último SIMCE TIC, realizado en 2013 revelaron que solo el 1% de los alumnos cuenta con un manejo avanzado, contrastando con la primera aplicación realizada en 2011, cuando la cifra se situaba en 3%. Esta prueba se repetirá en 2016.
Pese a estos avances en cobertura y medición, Juan Silva, director del Centro de Investigación e Innovación en Educación y Tecnología de la Universidad de Santiago (Ciiet), señala que no sólo por integrar las dispositivos en las escuelas se logra desarrollar las habilidades del aprendizaje, ya que por sí solas no significan necesariamente un aporte.
«Hay personas que dicen que las TICs son agnósticas a la educación, porque, en el fondo, la mayoría de las tecnologías, salvo los software educativos, no fueron creados con estos fines. Lo que se requiere es que el profesor las tome, las adapte e innove trabajando con ellas en el aprendizaje», destaca Silva.
En este sentido, el rol del docente constituye un factor clave para la correcta penetración y uso de las TICs en los establecimientos del país.
La directora de Educación de Fundación País Digital, Catalina Araya, plantea que «el profesor se resiste a integrar las tecnologías en el aula (…) Se ve desafiado, porque al mismo tiempo que él está impartiendo una clase, el alumno está buscando en internet. Entonces, efectivamente la forma de entregar conocimiento debe ser otra, lo importante ya no es el cuándo, sino el cómo».
Araya dice que si bien Chile va por buen camino, hace falta impulsar una estrategia a nivel nacional. «Hay experiencias exitosas en donde se articulan redes comunitarias con el alcalde, colegios y familias, para que las tecnologías impacten en el desarrollo de los niños, pero son actividades aisladas. Si se convocara a las organizaciones que están trabajando en esto el tema podría crecer»,y señala que los niños quieren que se les enseñe de manera diferente.
La experta de FCh coincide y agrega que la clave está en cambiar la mentalidad y la práctica, «seguimos enseñando como hace muchos años, donde el profesor se para frente a los estudiantes y ellos escuchan y anotan en un cuaderno. Cambiar eso va más allá de los recursos que tenga un país, a veces al ser un país pequeños tenemos mayores oportunidades».
Juegos vs. aprendizaje
El uso de tecnologías a temprana edad es motivo de discrepancia entre los expertos.
Guillermina Guzmán, académica de la Universidad del Pacífico y magíster en Lingüística, sostiene que los niños no tienen la capacidad de regular cuánto tiempo pasan utilizando las tecnologías, lo que puede derivar en una adicción en desmedro del aprendizaje.
Respecto de la medida anunciada por la presidenta, Michelle Bachelet, a mediados de 2014, que considera la entrega de tablets a escolares de prekínder a primero básico, Guzmán advierte que la decisión no sería beneficiosa, ya que los niños de esa edad no tienen el capital cultural para aprender a través del uso de tablets y aún no desarrollan las habilidades regulares de lectura y escritura necesarias.
Pese a esto, en otros casos los dispositivos pueden representar una oportunidad.
Para las personas con necesidades especiales, la integración de aprendizajes y juegos puede ser una buena estrategia, así lo señala Rodrigo Arroyo, experto del Centro de Desarrollo de Tecnologías de Inclusión (CEDETi UC), quien argumenta que los equipos, sin lugar a dudas, hacen la tarea más fácil. «Se da a la comunidad la señal de alarma de que los niños gastan muchas horas jugando, pero para nosotros es una oportunidad de sumarlas como un aliado», afirma.
Arroyo apunta a que en muchos casos, personas de distintas edades pueden aprender de mejor manera si los contenidos que se entregan están mediados por juegos.
«Nuestra principal preocupación es que la tecnología se vea como un fin en sí mismo y no como una herramienta. Hemos sido testigos de la adquisición de materiales y recursos tecnológicos por parte de las escuelas, pero que sin la correcta mediación y trabajo con los profesores, generando adecuaciones significativas para su inclusión en el aula, quedan más bien como un recurso que no está orientado hacia un objetivo», sostiene.
En esta línea, CEDETi UC lanzó recientemente una adaptación del libro Papelucho en formato digital que incluye vídeos en lengua de señas y audio, para que sea accesible a toda la población, la que fue financiada por el Servicio Nacional de la Discapacidad (Senadis).
Iniciativas apuntan a habilidades digitales y creatividad
Enlaces desarrolla entre sus programas «Tablets para Educación Inicial», dirigido a estudiantes de prekinder a primero básico, que busca favorecer habilidades de razonamiento lógico y matemático y la autonomía de niños y niñas. Otra iniciativa es «Mi Taller Digital», que consiste en talleres extracurriculares para estudiantes entre quinto básico y cuarto medio, con metodología de proyectos y actividades para fomentar el desarrollo de la creatividad, la colaboración y el pensamiento crítico. Una de las áreas que se trabajan en este programa es la robótica.
Arquimed colabora en estos talleres con el desarrollo de un proyecto para el área de la robótica, a través de la solución LEGO Education Mindstorms que fue equipado en 2014 en 110 establecimientos y que este año se extenderá a 480 colegios.
Fundación Chile mediante Escuela y Liceo Digital acompaña a los establecimientos, apoya su transición hacia una cultura digital, y pretende desarrollar capacidades y competencias para el uso de las TICs, y en cuanto al apoyo al docente los acercan a nuevas metodologías para el aula con el programa Ed Lab.
Fundación País Digital fomenta la innovación en los jóvenes con iniciativas como «Programa Tus Ideas», un summer camp para estudiantes de escasos recursos para el desarrollo de habilidades digitales a través de la programación de aplicaciones móviles. Otra proyecto son los talleres de fortalecimiento de habilidades en telecomunicaciones y electrónica, realizados en 12 liceos técnicos a nivel país, con el fin de entregar las competencias necesarias para su integración en el mercado laboral.
Fuente: www.df.cl