En 2015 se cumplirán veinticinco años desde que el primer Informe sobre Desarrollo Humano diera a conocer una nueva forma de abordar el progreso y el bienestar humano. Y aunque ya es habitual el uso de la expresión “desarrollo humano”, la comprensión del concepto es diferente en diversas partes del mundo. Así pues, con motivo del vigésimo quinto aniversario de los informes sobre desarrollo humano, nos gustaría destacar qué idea de desarrollo humano es la que promueve nuestra Oficina.
El concepto de desarrollo humano surgió de los debates globales que tuvieron lugar en la segunda mitad del siglo XX sobre de la relación entre crecimiento económico y desarrollo. A principios de los años 60, empezaron a surgir voces que reclamaban “destronar” al Producto Interno Bruto (PIB): el crecimiento económico se había convertido en un objetivo que cumplir y en un indicador del progreso nacional en muchos países[i], y ello a pesar de que el PIB no fue concebido para medir el bienestar[ii]. En los 70 y los 80, los debates sobre el desarrollo plantearon un enfoque alternativo que trascendiera al PIB, primero poniendo un mayor énfasis en el empleo, luego en el crecimiento redistributivo, y por último en la satisfacción de las necesidades básicas de las personas.
Estas ideas allanaron el camino para el enfoque del desarrollo humano, que busca el aumento de la riqueza de la vida humana en lugar de la riqueza de la economía en la que los seres humanos viven. Se trata de un enfoque centrado en crear mejores oportunidades y posibilidades de elección para todas las personas. Veamos cómo confluyen estas ideas en el enfoque del desarrollo humano:
Los individuos: el enfoque del desarrollo humano se centra en mejorar la vida de las personas, en lugar de creer que el crecimiento económico llevará de forma automática a mejores oportunidades para todos. El crecimiento económico es un importante medio para el desarrollo, pero no un fin en sí mismo.
Las oportunidades: el desarrollo humano consiste en dar a las personas más libertad y más oportunidades para vivir una vida que valoren. En la práctica, esto significa desarrollar las capacidades de las personas, y darles la oportunidad de poder usarlas. Por ejemplo, educar a una niña le proporcionará habilidades, pero de poco le servirán si no tiene acceso al empleo en el futuro, o si dichas habilidades no son las requeridas en el mercado laboral local. En el siguiente diagrama se muestran los aspectos del desarrollo humano que son esenciales (es decir, que son una parte fundamental del desarrollo humano), y aspectos que son más contextuales (es decir, que ayudan a crear las condiciones para que las personas prosperen). Tres aspectos esenciales del desarrollo humano son vivir una vida sana y creativa, adquirir conocimientos y tener acceso a los recursos que proporcionan un nivel de vida digno. Hay muchos más aspectos importantes, sobre todo los que crean las condiciones necesarias para el desarrollo humano, como son la sostenibilidad medioambiental y la igualdad entre hombres y mujeres.
Los elementos básicos del desarrollo humano, una vez conseguidos, ofrecen oportunidades para progresar en otros aspectos de la vida.
Las posibilidades de elección: el desarrollo humano consiste, fundamentalmente, en tener más posibilidades de elección. Se trata de ofrecer oportunidades a las personas sin insistir en que las aprovechen. Nadie puede garantizar la felicidad humana y las elecciones que hacen las personas son sus propias decisiones. El proceso de desarrollo (desarrollo humano) debería proporcionar al menos un ambiente en el que las personas, individual y colectivamente, desarrollen plenamente sus potencialidades y tengan una oportunidad razonable de vivir unas vidas productivas y creativas que les satisfagan.
El enfoque del desarrollo humano, desarrollado por el economista Mahbub Ul Haq, se apoya en el trabajo de Amartya Sen sobre las capacidades humanas, a menudo formulado en términos de si las personas cuentan con las opciones de“ser” y “hacer” aquello que desean en su vida[i]. Veamos algunos ejemplos:
Ser: contar con una buena alimentación, protección, salud.
Hacer: trabajo, educación, voto, participación en la vida en comunidad.
La libertad de elección es central: alguien que elige pasar hambre (durante un ayuno religioso, por ejemplo) es muy diferente del que está hambriento porque no puede comprar comida.
En un momento en el que la comunidad internacional está intentando definir una nueva agenda de desarrollo que entrará en vigor después de 2015, el enfoque del desarrollo humano sigue siendo útil para articular los objetivos de desarrollo y mejorar el bienestar de las personas asegurando un planeta equitativo, sostenible y estable.
[i] El profesor Sen recibió el Premio Nobel de Economía en 1998 por su trabajo sobre la economía del bienestar.
[i]Kennedy, Robert. (1968). Conferencia en la Universidad de Kansas, Lawrence, Kansas, el 18 de marzo de 1968
[ii]Simon Kuznets, creador del PIB, se opuso expresamente a que se lo usara para medir el bienestar. Kuznets, Simon. National Income, 1929–1932. Congreso de EE.UU. Doc. del Senado nº. 124–73, en 7 (1934).
Este blog ha sido originalmente publicado en la web de la Oficina del Informe sobre Desarrollo Humano (HDRO, por sus siglas en inglés). HDRO y la Revista Humanum colaboran habitualmente en la difusión de contenidos sobre desarrollo humano en español.
Traducción a cargo de Fernando Collado, voluntario en línea de la ONU.
Fuente: http://www.revistahumanum.org/blog/